La comunidad de Seyé se encuentra de luto tras el fallecimiento de Brayan Aké, un joven de 19 años ampliamente conocido y querido en su localidad. Brayan residía en la calle 18 por 27, donde había formado numerosas amistades y era reconocido por su cercanía con vecinos y familiares.
El lamentable suceso ocurrió mientras el joven se desempeñaba como obrero en una edificación en proceso en la comisaría meridana de Xcanatún. Durante su jornada laboral, Brayan realizaba labores en una zona elevada de la obra cuando, por causas aún no totalmente esclarecidas, sufrió una caída desde varios metros de altura. Las lesiones que presentó fueron de tal gravedad que perdió la vida prácticamente en el lugar del accidente.
El hecho ha generado profunda consternación y enojo entre los habitantes de Seyé y el sector de la construcción, quienes han señalado la precariedad en las condiciones de seguridad laboral en muchas obras de la región. Trabajadores del rubro denuncian que la falta de supervisión efectiva, así como la permisividad de algunos encargados de obras y de las autoridades responsables de aprobar y vigilar los proyectos, pone en riesgo constante la vida de quienes laboran día a día en el sector.
Vecinos y compañeros de trabajo de Brayan expresaron su tristeza y exigieron que se implementen medidas más estrictas de seguridad para prevenir tragedias similares en el futuro, destacando que los jóvenes y trabajadores merecen laborar en condiciones seguras que no comprometan sus vidas.
El deceso de Brayan Aké deja un vacío en su comunidad y reaviva la discusión sobre la necesidad de reforzar la seguridad en la construcción, proteger a los trabajadores y garantizar que se cumplan las normativas vigentes para evitar que accidentes como este se repitan.
Este caso también ha motivado a autoridades locales y estatales a revisar protocolos de seguridad en las obras de la región, mientras familiares y amigos rinden homenaje a la memoria de un joven cuya vida terminó de manera trágica y prematura.

