Ciudad de México, noviembre de 2025.– La empresa española Telefónica, dueña de la marca Movistar, anunció oficialmente su intención de salir del mercado mexicano como parte de una reestructuración global que busca concentrar sus operaciones en sus principales mercados: España, Reino Unido, Alemania y Brasil.
Con esta decisión, Telefónica también dejará sus operaciones en otros países de Hispanoamérica, como Chile y Venezuela, marcando el inicio de una nueva etapa para el sector de telecomunicaciones en la región.
¿Qué pasará con Movistar México?
De acuerdo con información oficial, Telefónica busca vender su operación en México, y aunque el proceso aún no concluye, fuentes cercanas apuntan que el comprador podría ser Beyond ONE, la empresa que actualmente opera Virgin Mobile México.
La operación deberá pasar por los procesos de aprobación regulatoria, por lo que el cambio no será inmediato. Mientras tanto, los usuarios de Movistar continuarán recibiendo sus servicios con normalidad, sin interrupciones en llamadas, datos o planes contratados.
Una vez que se concrete la venta, los clientes, líneas y paquetes serán transferidos al nuevo operador, garantizando la continuidad del servicio.
Una salida estratégica
Telefónica explicó que esta decisión forma parte de una estrategia de optimización para enfocar recursos en mercados donde mantiene una posición más fuerte y rentable. En México, a pesar de sus esfuerzos por competir con Telcel y AT&T, Movistar no logró consolidar una participación significativa en el mercado, lo que llevó a la compañía a evaluar su permanencia en el país.
¿Qué significa para los usuarios?
Por ahora, los usuarios no deben realizar ningún trámite o cambio en su contrato. El servicio de Movistar seguirá activo bajo la misma infraestructura y condiciones actuales, hasta que se formalice el traspaso al nuevo operador.
La marca Movistar podría mantenerse durante un periodo de transición, dependiendo de los términos de la venta y de los acuerdos comerciales entre las partes.
Con esta salida, Telefónica pone fin a más de dos décadas de operaciones en México, en un movimiento que redefine el panorama de la telefonía móvil y abre la puerta a nuevos jugadores que buscarán fortalecer su presencia en el país.

