El Juglar de la Red
Por: Rafael Cano
El gobierno federal viene señalando que el desabasto de medicinas –particularmente del Metotrexato utilizado para atender padecimientos cancerígenos– es culpa del monopolio que ejercen las empresas farmacéuticas (PiSA, como principal señalada) en contubernio con directivos de hospitales.
Lo que el gobierno federal se niega a aceptar es que ese desabasto lo causaron ellos mismos al iniciar una investigación, por parte de la Cofepris, en contra de PiSA y la obligaron a ponerle sellos a las 35 mil dosis de Metotrexato que tenían en sus laboratorios y que podrían atender durante un mes los requerimientos médicos de los pacientes.
Desde el año pasado se advirtió de una crisis en salud por la carencia de ese medicamento; la Cofepris respondió que en México había cinco empresas que la producían y por tanto descarto carencia del medicamento; la realidad es que las otras cuatro empresas tenían las patentes de producción pero ya no elaboraban el medicamento porque no les resulta redituable, solamente PiSA seguía produciéndolo, pero al ser investigada paró su línea de producción y además se le obligó por mandato federal a ponerle sellos al stock que tenía.
El desabasto se dejó sentir de inmediato pero hizo crisis a principios de año y eso generó que los padres de los niños afectados con cáncer, a quienes no se les dotaba de su tratamiento médico, salieran a la calle a manifestarse y fueron reprimidos por elementos de la Guardia Nacional.
Desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador primero negó el desabasto de medicinas y posteriormente, con información tergiversada, acusó a las empresas farmacéuticas, médicos y funcionarios del pasado, de ser los causantes de la carencia de medicamentos.
Las manifestaciones de padres de familia en el Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) y la forma como fueron reprimidos por la Guardia Nacional, fueron el punto culminante de la crisis.
Era una muestra de la insensibilidad de un gobierno al que, antes de resolver un problema, lo que hacía era tratar de “salvar” su reputación; las críticas llegaron de inmediato y las imágenes dieron cuenta de la brutalidad para reprimir a un grupo de padres desesperados.
En ese momento apareció la otra faceta del gobierno de la 4T: la de intolerante a la crítica.
El periodista Ciro Gómez Leyva fue quien con más argumentos cuestionó la brutal represión a los padres y madres de familia; mostró imágenes en televisión que daban cuenta del atropello que se cometió contra ellos.
Eso valió para que el presidente López Obrador cuestionara su proceder, lo acusara de desinformar y eso fue la señal para que miles de troles y bots operados por la Presidencia de la República se lanzaran en contra del comunicador con el afán de generarle desprestigio y llevarlo al linchamiento público.
Desde su atalaya, el presidente López Obrador no solamente mintió respecto al desabasto de medicamentos negando la responsabilidad de su gobierno; también reprimió la manifestación de padres de familia y cuando todo eso se supo gracias a la cobertura de los medios de comunicación, recurrió al linchamiento de los periodistas que exhibieron la realidad.
Hoy conocemos los detalles de la mala gestión que hizo la Cofepris para evitar el desabasto gracias a un seguimiento puntual que viene dando al tema el periodista Darío Célis, quien no solamente documentó los yerros cometidos, también advirtió con anticipación de la crisis que se avecinaba.
Ciro Gómez Leyva mostró las imágenes de la represión y cuestionó la sensibilidad del Gobierno Federal para atender el tema, eso le valió el descrédito y el hostigamiento en redes sociales.
Todavía el sábado, el presidente López Obrador aseguraba en Monterrey que había una campaña de desinformación de la que “algunos medios” hacían eco y con eso pretendía mantener la mentira de que el desabasto era provocado por agentes externos a la 4T y no por una mala gestión llevada a cabo por la Cofepris.
Lo cierto es que a pesar de pregonar no existe desabasto, los padres de familia siguen insistiendo que a sus hijos todavía no les dan la medicina y eso pone en riesgo la vida de niños y niñas.
En el script de la 4T es válido dar cobertura a la expresión gubernamental, pero resulta inaceptable cuestionarla, desmentirla o documentar sus errores; quien ose señalar los yerros o contradecir la versión oficial es un enemigo al que debe mandarse al linchamiento público.
Rafael Cano Franco es presidente del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C., director del portal digital Alsegundo.mx, reportero con 30 años de experiencia.