Con potencial ciclónico no visto desde hace 40 años

El Meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Juan Vázquez Montalvo, advirtió de una “conjunción” de factores que potencializarán formación de huracanes con impacto en la entidad a partir de este jueves.

Del 20 de agosto, y hasta el 15 de octubre, con posibilidad de alargamiento de riesgo, el fenómeno de la “Niña”, ausencia de vientos “cortantes”, el monzón africano, el aumento del diámetro de alta presión de azores y el pulso de energía en el Atlántico, arrojan disposición de condiciones no vistas desde hace 40 años en la Península de Yucatán. 

-Por tal motivo, aquellas personas que enfrentaron inundaciones en sus viviendas, a consecuencia del paso de Cristobal, se les recomienda ubicar con anticipación el refugio más cercano. O quienes tengan la oportunidad de tomar previsiones, reforzar sus viviendas, háganlo, es mejor prevenir, -explico el académico. 

Dijo que este potencial de riesgo dará inicio este jueves 20 de agosto, y se calcula que termine hasta el 15 de octubre, es decir, 26 días de alto potencial de formación de huracanes que eventualmente tendrían impacto en México. Aunque este lapso podría alargarse. Cabe recordar que oficialmente la temporada ciclónica concluye el 30 de noviembre. 

-Lo que estamos observando es una hiperactividad climática, en la qué hay una serie de factores que se conjugan. Uno de ellos es la posible formación del fenómeno de la Niña, que favorece ampliamente la formación de ciclones tropicales, seguido por la falta de vientos cortantes, es decir, vientos que impiden el paso de los fenómenos, -dijo Vázquez Montalvo. 

Además se refirió al monzón africano que este año se encuentra con intensa actividad esta temporada de lluvias, y que dan por resultado la formación de ondas tropicales de gran potencia una vez que ingresan al Océano Atlántico, permitiendo que las tormentas tropicales, las depresiones y huracanes se formen más fácilmente. 

 -Otro causal es el aumento del diámetro de alta presión de azores, que propician que la mayoría de los ciclones que logren formarse en el Atlántico, tiendan a dirigirse al Mar Caribe, lo que incrementa riesgo de impacto en la Península de Yucatán, el Golfo de México y la costa este de los Estados Unidos, -dijo Vázquez Montalvo. 

A ello se suma un pulso de energía que se trasladaría del Océano Pacífico al Atlántico, favoreciendo la formación de ciclones tropicales de mayor intensidad. 

-Todo se conjuga para que esta fase intensa sea una de las más fuertes de los últimos 40 años, -explicó el meteorólogo, quien insistió en invitar a la población en general, empresas e instituciones a tomar previsiones ante este potencial. 

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