Con al menos 10 casos documentados ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) Grupo Financiero Banorte, S.A.B. de C.V., popularmente conocido como Banorte ha permitido la operación de tarjetas de crédito clonadas en la ciudad de Mérida, Yucatán, con la que, una vez que la cuenta ha sido vaciada desde el centro del país, Banorte rechaza cualquier queja del usuario fraudeado en Mérida, bajo el argumento de que la víctima aceptó la operación.
El modus operandi funciona bajo el esquema de llamadas aleatorias a los tarjetahabientes. Una vez que el usuario ha recibido la llamada y aceptado el plástico, en un esquema similar al que están operando otras compañías bancarias como Nu, HSBC, Plata, entre otros, el cliente recibe su nueva TDC.
La TDC es, en un plazo de una semana a 15 días entregada en manos del cliente, y es registrada en plataforma de la aplicación Banorte Móvil. De manera particular, los usuarios fraudeados reportaron que fueron víctimas con la promoción de la tarjeta Banorte que traía de regalo una tarjeta de monedero electrónico de las tarjetas Pluxee.
Hasta ahí todo normal con el plástico, ya que esta no queda activa hasta que el usuario desde su aplicación active la tarjeta de crédito, mismo caso con el monedero electrónico que tiene también que ser registrado debidamente en la página de esta tarjeta monedero.
El problema, que coincide con los 10 casos. Todos los usuarios reportaron haber hecho uso de su monedero de regalo Pluxee de $1,000.00 pesos, y a los 2 meses, su tarjeta de crédito Banorte presentó un cargo no reconocido por el total del crédito disponible en el plástico, cuyos montos son variables. Estos van de acuerdo con los registros de entre $6,000.00 a $15,000.00 pesos en crédito, con cargos realizados desde el Estado de México.
Lo anterior representa el “vaciado“ de las tarjetas de crédito de entre $60,000.00 mil y hasta más de 100 mil pesos entre los usuarios que hasta ahora han resultado víctimas de este banco.
Lo peor del caso es que Banorte desechó todos los reclamos de los usuarios argumentando que el cliente aceptó la operación de compra, aunque la ubicación del plástico no coincida con la ubicación del lugar donde se hizo la compra; en este caso, los usuarios están en Mérida, y las compras se realizaron en el Estado de México, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
En la última instancia, el banco ha enviado a casas de cobranza estas deudas, y los clientes perjudicados son ahora víctimas del acoso de estas casa de cobranza, que lo único que ofrecen es liquidar la deuda, es decir, pagar un mínimo de un dinero que no utilizaron. Dejando la mancha ante el buró de crédito de los clientes que confiaron en “el banco fuerte de México“.