Cuando las olas se levantan o sobre el COVID-19

Por: Deya Álvarez Villajuana

Las olas se levantan,

La tempestad comienza,

En esta vida que no se compra,

Como uno a veces piensa.

La fe que nos sostiene,

de noche y de día,

es aquella que da calma,

como Jesús, nuestro guía.

Mi corazón es tuyo,

Aunque no te pueda ver,

Dejo atrás todo orgullo,

Renaciendo cual amanecer.

Humanos todos imperfectos,

Amados por un sublime Dios,

Quien no distingue entre raza,

Lengua, género o religión.

Nos libra de toda pandemia,

Pero nos debemos cuidar,

Pues Dios en su sabiduría,

Puso a toda autoridad.

Al pasar la cruel tormenta,

Un océano en calma habrá,

Con almas que se aproximan

En amor y fraternidad.

COVID-19 es el reto,

De los muchos que vendrán,

Y cual tronco de un abeto,

Él nos fortalecerá.

Tiempo de vida en familia,

Sobrevivientes de un alud,

Agradeceremos cada día,

Por nuestra valiosa salud.

Con el alma restaurada,

Después de la crisis pasar,

Seremos más humanos

Y quizá, viviremos en paz.

Cuán valioso es el aire,

Que tan caro es hoy respirar,

A través de aparatos,

Cuando gratis todo Dios lo da.

Abrazarte quiero hoy,

Con amor que nunca acaba,

Y desearte lo mejor,

Ya está a punto la alborada.

Los amigos en la prueba,

Se decantan como mezcla,

Dejando que desaparezca,

Lo que no era realidad.

Y aparece la amistad,

Más genuina que el oro,

Pues refinada con decoro,

Muestra en quién podemos confiar.

Aprender y crecer es la meta,

De una sociedad que avanza,

Que sufre y siente esta lanza,

Y que ya no acepta más treta.

Ni gobiernos ni empresarios,

Podrán hacer todo solos,

No alcanzaría el erario,

Deben unirse los polos.

Si tienes, dale a tu hermano,

Vecino, socio o amigo,

Qué más da si es un abrigo,

O una parte de tu itinerario.

Brinda amor y sé sincero,

Camina generoso por el sendero,

Que, si amar es el resumen de la Ley,

Yo sí soy oveja de esta grey.

La distancia que une corazones,

Genera con empatía canciones,

Y poesías con versos también,

Que se reparten con gracia, sin mirar a quien.

Si la muerte llega a tocar la puerta,

Estemos tranquilos, pero con corazón alerta,

Y si la vida nos es concedida más,

Cierra heridas del pasado,

Y no te enfoques en ellas jamás.

Es tiempo de sanar, crecer y vivir,

De fragilidad reconocida

Y de fortaleza adquirida,

Cual niños que no paran de reír.

Hoy 14 de abril te escribo,

Este mensaje de esperanza y paz,

Te tiendo la mano, te regalo mi abrigo,

Pues donde come uno, comen más.

Si estás sufriendo alaba,

Al único que lo puede arreglar,

Si estás saciado dona,

Y Dios te lo multiplicará.

Psic. Deyanira Trinidad Alvarez Villajuana.

www.deyav.com

FB: Deya Alvarez Villajuana Deyav

Whatsapp: 9991-20-66-69

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