¿La supermayoría en crisis?

Morena en la Cámara de Diputados se encuentra en medio de una crisis interna a raíz de la controversia por la asignación de las presidencias de comisiones. Este conflicto ha generado tensiones significativas entre los miembros del grupo parlamentario. Las diputadas Gabriela Jiménez y Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinadores, fueron excluidos de las negociaciones lideradas por Ricardo Monreal y Pedro Haces, lo que provocó protestas de un colectivo autodenominado “la minoría ruidosa”. Este grupo ha denunciado prácticas consideradas antidemocráticas, falta de transparencia y actitudes misóginas en los procesos de decisión. La supermayoría de Morena se enfrenta a su primera gran crisis en San Lázaro, que no es la primera de este tipo. Desde el nombramiento de Sergio Gutiérrez Luna como presidente de la Mesa Directiva tras el fallecimiento de Ifigenia Martínez, un grupo de diputadas ha expresado su descontento, argumentando que se ha vulnerado la cuota de género. Pese a las quejas, el coordinador Ricardo Monreal defendió el nombramiento como una instrucción de Claudia Sheinbaum, cuestionando si alguien se oponía, a pesar de que se había prometido que el 70% de las presidencias de las comisiones serían ocupadas por mujeres. El equipo de Sheinbaum ha comenzado a mirar críticamente a los Monreal. Los acuerdos previos sobre la distribución de las presidencias, que debían considerar la paridad de género y otros factores, fueron ignorados por el grupo liderado por Monreal y Haces. En un chat de los disidentes, el ex panista Manuel Espino expresó: “Esa Coordinación debe desaparecer. Se creó para controlar e imponer la voluntad de un pequeño grupo de ambiciosos”. Fuentes dentro de Morena revelan que la tensión aumentó la madrugada del jueves al excluir a Jiménez y Ramírez Cuéllar de las negociaciones, lo que provocó que ambos recibieran apoyo de otros diputados. Tras la aprobación de un dictamen sobre Pemex y CFE, los morenistas se reunieron en privado, pero la discusión terminó en protestas de Ramírez Cuéllar y Jiménez, quienes denunciaron que no se respetaron los acuerdos para aprobar solo cinco comisiones. Durante la discusión de la reforma, Olga Sánchez Cordero expresó su descontento con las decisiones tomadas, señalando que había subido a compartir su experiencia con la reforma eléctrica sin saber que se realizarían cambios al texto. Después de su intervención, Monreal ordenó la eliminación de un párrafo clave sobre la transición energética, generando más críticas dentro del grupo. La tensión aumentó aún más cuando Arturo Ávila, vocero de Morena, afirmó que dentro del grupo hay “mayorías y minorías”, descalificando a quienes se consideran “ruidosos”. Este comentario fue considerado desafortunado por varios morenistas, quienes lo criticaron por no comprender el partido. La diputada Rocío Adriana Abreu presentó un documento con firmas que denunciaba la manipulación en el proceso de elección de comisiones, mientras que otros diputados sugirieron la intervención del Comité Ejecutivo Nacional de Morena para evitar una ruptura. Jiménez dejó claro que su lucha no es por cargos, sino por principios y dignidad. En los chats, algunos diputados coincidieron en que era urgente presentar una queja formal ante la dirigencia del partido. Entre las propuestas de comisiones presentadas por Monreal y Haces, se encuentran nombres como Alejandra Chedraui Peralta en Cambio Climático y Sostenibilidad y Jessica Saiden Quiroz en Seguridad Ciudadana, entre otros. La situación se tornó crítica, y horas después de la rebelión, Ávila defendió la elección de comisiones como un proceso democrático, aunque la resistencia dentro del grupo persiste. La diputada Olegaria Carrasco manifestó su apoyo a la lucha contra las prácticas abusivas, subrayando la necesidad de respetar a todos los miembros del grupo. En un documento que se ha circulado, los diputados inconformes expresan su preocupación por el comportamiento excluyente de Monreal y Haces y piden la intervención urgente de la dirigencia del partido. La carta concluye con un llamado a restablecer la transparencia y el respeto en el proceso de asignación de comisiones, enfatizando la importancia de la igualdad de género. Esta situación refleja una profunda crisis de confianza dentro de Morena, poniendo en entredicho la cohesión y los principios que han guiado al partido hasta ahora.
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