El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín conmemoró con alegría y respeto el trigésimo quinto “Desayuno de Amigos” en una emotiva jornada dedicada a honrar la historia y cultura de Yucatán.
Este entrañable encuentro se convierte cada año en una celebración de la amistad y un homenaje a la riqueza cultural y el legado histórico de Yucatán. La jornada inició en el icónico Bazar García Rejón, en donde los presentes se deleitaron con la auténtica gastronomía local en “El Pavo Feliz”. Desde salbutes de relleno negro hasta carne asada y pavo, el menú reflejó la diversidad culinaria de la región, cautivando a todos con tacos y tortas que realzaron la experiencia.
“Este encuentro, que ha trascendido más de tres décadas, se ha convertido en una tradición que nos permite expresar nuestro afecto y admiración por la ciudad y el estado que llamamos hogar, recordando su rica historia y sus sitios emblemáticos”, expresó el legislador.
La jornada continuó con una visita al Cementerio General de Mérida, donde el Arquitecto Marco Díaz Güemez guió a los amigos en un recorrido histórico. Desde el paredón de fusilamiento hasta el hemiciclo de los hombres ilustres, se revivieron momentos cruciales de la historia, destacando la figura del “Apóstol de la Raza”, Felipe Carrillo Puerto.
En este sitio emblemático, el Arquitecto Díaz Güemez compartió detalles sobre la vida y legado de Carrillo Puerto, resaltando su influencia en la historia de Yucatán. El recorrido permitió a los presentes sumergirse en el significado cultural y patriótico de cada rincón del cementerio.
“El Cementerio General de Mérida es un tesoro para la ciudad y debería ser un punto de referencia para el turismo, tanto como lo es para los ciudadanos. Nos acercamos para presenciar los últimos momentos de Felipe Carrillo Puerto, pero su legado continúa vivo hasta hoy”, añadió Ramírez Marín.
El “Desayuno de Amigos” no solo fortaleció los lazos entre los asistentes, sino que también permitió conectar con la esencia y la historia de Yucatán. El Senador expresó su gratitud por la participación de amigos que, año tras año, comparten estas vivencias, contribuyendo a mantener viva esta hermosa tradición que une a la comunidad yucateca.
