Istmo Arriba
Por: MARIUMA MUNIRA VADILLO BRAVO
Si bien es cierto, el nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá le restó a nuestro país una serie de atributos interesantes que tenía el original TLC, la verdad puede ser una fuente de esperanza y un llavero de oportunidades para Oaxaca y el Istmo, en medio de la crisis sanitaria que ha derivado en el preámbulo de lo que pudiera ser la crisis económica más drástica en décadas para nuestra nación.
Dice Mauricio Hubard en su columna en Expansión que uno de los cambios que veremos como consecuencia del COVID-19 es una menor globalización y surgirá una mayor regionalización; esto que nos confronta a impulsar el mercado interno de una manera diferente, tiene implicaciones sustantivas en el momento en el que finalmente se firmo el tratado comercial más importante del continente, el T-MEC.
En contexto, te comparto por ejemplo que la inversión extranjera directa en México en 1988 fue de 2,675.6 millones de dólares, al cierre del 2019 llegó a 33,727.94 millones de dólares (precios constantes), a fines del año pasado, México se convirtió en el principal exportador a Estados Unidos a nivel mundial.
El TLCAN fue el primer tratado de libre comercio que firmo México, definitivamente el más importante y de mayor impacto, pero tenemos 17 tratados de libre comercio con las economías y regiones más importantes del mundo.
En términos generales, el T-MEC permitiría a México conservar un acceso preferencial al mercado más grande del mundo y brindará certidumbre para la inversión y el empleo. También garantiza estabilidad a los flujos comerciales y de inversión, además de reforzar la competitividad regional con reglas de origen que permiten la integración de cadenas de valor.
Además coloca a México en una posición ventajosa a nivel global en beneficio de trabajadores y empresas nacionales, debido a que millones de empleos en nuestro país dependen de las exportaciones a Estados Unidos.
De acuerdo con datos oficiales, desde que se firmó el antiguo Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) el comercio agrícola entre México y Estados Unidos se multiplicó siete veces.
En éste contexto, el T-MEC moderniza las disciplinas del tratado anterior para aprovechar las oportunidades del Siglo XXI, avanza hacia un comercio más inclusivo y responsable, fortalece la competitividad de México con la región y mantiene la certidumbre para el comercio y las inversiones.
Así, en Oaxaca, en el Istmo, tenemos que emprender un gran análisis de nuestras fortalezas, de nuestras oportunidades, debilidades y amenazas, para que así, en conjunto, iniciemos una ruta que nos permita capitalizar cada rubro que sea posible para fomentar el crecimiento de nuestro Estado.
Es un tema serio, es un tema en el que seguramente en cada entidad federativa, tratarán de buscar los mayores beneficios y nosotros, los Oaxaqueños, no podemos quedarnos pasivos; tenemos que reunirnos sector productivo, industrial, académico, social y gubernamental, para trazar la mejor estrategia, la que nos permita verdaderamente crecer, potencializar y lograr cambios sustantivos para nuestro estado, que nos permita desarrollarnos juntos.
La columnista es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Delegada de Atención Regional Istmo del Gobierno del Estado, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña; contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira