El reconocido beisbolista de grandes ligas Randy Arozarena, actual jugador de los Seattle Mariners, sorprendió con su visita al Centro de Reinserción Social (CERESO) de Mérida, donde protagonizó un emocionante partido amistoso de béisbol con personas privadas de la libertad.
Arozarena no llegó solo, lo acompañaron Yorman Licourt, de los Toronto Blue Jays; Juan Pablo Cabrera, ligado a los Cardenales de San Luis en la liga dominicana, y jugadores de la Carlos Thompson Enterprise Academy y del equipo “Amigos de Randy”.
Enfrentándose al equipo local “Los Bravos del CERESO”, Arozarena bromeó al inicio del partido asegurando: “Hoy les voy a ganar”, lo que provocó risas entre los asistentes. Desde el primer turno al bat, los visitantes mostraron su calidad: Licourt conectó un home run impulsando dos carreras, mientras que Cabrera hizo lo propio en la tercera entrada. Durante el juego, Arozarena destacó no solo como bateador, sino también como pitcher y shortstop, impresionando con su habilidad en el campo.
El marcador final fue contundente: 7-0 a favor de los visitantes. Sin embargo, el ánimo de los locales no decayó. En un giro inesperado, Arozarena pidió un balón de fútbol y aceptó una revancha, esta vez en la cancha de balompié. Aunque su equipo perdió 6-4, Randy se llevó los aplausos al anotar un penal para su equipo.
El director del CERESO, Francisco Javier Brito Herrera, agradeció la visita del pelotero y destacó la importancia de estas actividades para motivar a quienes cumplen una sentencia. “El acceso al deporte es fundamental en el plan de reinserción social, siguiendo las instrucciones del Gobernador Joaquín Díaz Mena”, afirmó.
La visita de Arozarena se suma a la de Manuel Bolón Rodríguez, jugador de los Rays, quien la semana pasada también participó en un partido amistoso que terminó en empate a tres carreras.
Con estas iniciativas, el CERESO de Mérida demuestra cómo el deporte puede ser un puente de inspiración y esperanza para quienes buscan una segunda oportunidad.