La tortuga y el bebé; ataque a la Libertad de Expresión
Círculo Rojo

En un hecho lamentable y que para muchos pasó desapercibido, la semana pasada los compañeros de la Televisora, Telesur fueron víctimas de un ataque a esa Libertad de Expresión que debería gozar cualquier medio de comunicación.
La televisora publicó un video en el que acertádamente critica cómo las leyes de nuestro país sancionan duramente a quienes atentan contra los huevos de tortuga, pero se muestra endeble ante la matanza de cientos y cientos de niños que al día son abortados en México.
Según la televisora al año hay más de un millón de casos de abortos en nuestra nación, que equivalen al 98 por ciento de los asesinatos que se han registrado en nuestro suelo por diversas razones, entre ellas el crimen organizado.
Hasta aquí pareciera ser una crítica lógica y basada en la razón la planteada por ese medio local. Pues bien, un día después, un grupo (minoritario, hay que decirlo) de personas que se autodenominan “católicas por el derecho a decidir” se plantó a las puertas del canal para protestar por lo expresado en ese video.
¿católicas?, habría que preguntarse primero de que parroquia son, que sacerdote o que formadores en la fé les enseñan sobre su creencia, porque hasta donde se sabe, la iglesia no las reconoce como tales, como agrupación confesional.
Acudieron a pegar el grito en el cielo y rasgarse las vestiduras y vociferar que en el caso del bebé, no es un bebé, sino una simple semilla, y a utilizar todos esos argumentos que las ya conocidas en redes sociales “feminazis” utilizan como la de “si es producto de una violación, puedes abortar” entre otras tantas justificaciones que le dan al crimen de aborto.
Pues bien, lo lamentable fue que no faltó el medio de comunicación que dio eco a ese grupo no mayor a 20 personas, con el pretexto de que “hay que darle voz a todos”. ¡Aguas!, no vayamos a vernos después inmersos como comunicadores en una situación similar, porque también hay que decirlo, hay medios que apoyan esta postura abortista.
Como medios considero que hay que respetar la labor que hacen los compañeros, ya que sabemos que es la sociedad la que al fin y al cabo determina con su preferencia, si está de acuerdo o no con lo que determinada casa productora transmite, y aquí, es evidente que el sentir de la mayoría local no comparte la idea asesina de privar de la vida a un no nacido.
Retomando la pregunta que plantea Telesur, ¿porqué las leyes protegen al huevo de la tortuga, porque en efecto la reconocen como una tortuga por nacer, y no hace lo mismo con los seres humanos?
Y dejemos una más, ¿Hasta cuando esa mayoría silenciosa dejará que esa minoría vociferante se comporte como si fuera la poseedora de toda la verdad?, ¿hasta cuando?, y eso incluye la lamentable postura de adormecimiento de nuestra Iglesia contemporánea, un perro sin dientes.