
La Ciudad de la furia
Círculo Rojo

Mérida, Yucatán a 4 de abril de 2016
Por: Iván Duarte
Titulo esta opinión como la canción de Cerati, “La Ciudad de la Furia” para externar algunas preocupaciones que considero pueden estar en la mente de más de un meridano, de más de un yucateco.
El Gobierno del Estado instituyó el programa Escudo Yucatán con el fin de “reforzar” la seguridad en nuestra entidad. Habrá quien piense que el programa viene precisamente por incremento delictivo en Yucatán. Habrá quien diga que la medida es acertada antes de que los índices delictivos nos alcancen como otras entidades de nuestro país.
En retrospectiva la entidad se ha puesto en los ojos del mundo por diferentes motivos, la calidad de vida, la seguridad, la tranquilidad, la convivencia familiar, las costumbres y tradiciones de su gente. En fin, muchas son las razones por las que algunos conocidos al preguntarles ¿Por qué no irse a vivir a otro lugar? Responden, ¡es que Mérida, es Mérida!
Los factores favorables son los que hacen pensar en cambiar de residencia y dirigirse a ese nuevo paraíso prometido, en especial cuando se huye de algún lugar donde simplemente la vida es ahora muy agresiva.
Mucho se opina (con todo respeto) de ese efecto cucaracha que las malas condiciones de vida hacen que la misma inseguridad genera expulsando delincuentes que buscan otro lugar para hacer de las suyas, y desde luego buscan ciudades tranquilas, en donde se ocultan de la ley de sus comunidades de origen.
El tema que nos atañe en esta opinión es ¿Hasta donde esta nueva medida podrá contener la seguridad que tanto se presume existe aquí?, ¿hasta donde se tendrá certeza de que quien haga uso de estas medidas de seguridad, no estarán viciados, incluso más que los delincuentes, para hacer y deshacer?
Lo que es un hecho es que Yucatán está cambiando ¿será nuestro destino el ser absorbidos por ese ajetreo, estrés y agresividad de las grandes metrópolis?, ¿esa es la meta a seguir?, ¿O es que la inseguridad es inevitable y crecerá a la par del desarrollo del estado?
De ser así, con toda la buena voluntad el Gobierno del Estado puso en marcha un programa en el que está obligado a velar por la capacitación, la profesionalización, pero sobre todo, la moralización de los elementos policiacos. Formación primero que nada anticorrupción, nacionalista. Con una profunda entrega por servir al pueblo.
Yo no sé usted, pero es lamentable que hoy día resulte que ya no hay confianza ni entre vecinos. Que porque viene de tal lugar, que porque parece tener nexos con la delincuencia, ¿Cuándo habíamos nosotros escuchado eso en tiempos anteriores?, confiamos en que nuestro Gobierno ha tomado la mejor de las decisiones en evitar que como otras grandes ciudades, Mérida y toda la entidad en general se convierta en otra Ciudad de la Furia.
