La Familia
Círculo Rojo

Por: Iván Duarte Ayer conmemoramos un día más de la familia como cada marzo de cada año. Día que está de más que trate de definir lo relevante de su existencia, que por naturaleza todos conocemos. Pero valdría la pena detenerse a reconsiderar los conceptos básicos. Es decir volver al origen. Al punto de partida. A esa filiación producto de la unión de una mujer con un hombre o viceversa identificamos nosotros como familia. No es una idea inventada. Tampoco es algo de materia de derecho. Puesto que el derecho lo único que hace es reconocer la existencia de la figura de la familia. No la crea. Desde que un ser cobra consciencia de sí mismo en sus primeros años de vida ubica una figura varonil como papá y la otra como mamá. La mamá es mamá, aunque haga las veces de papá. ¿pero si muere o se va el papá, no es la mamá la que asume el rol también de papá?, es correcto. Pero no deja de ser solo mamá. Busca subsanar una carencia, la figura paternal. Y puede aproximarse a ello. Pero eso no quiere decir que se cubra en su totalidad. Y pasa lo mismo a la inversa. También existe la filiación que se genera producto de la consanguinidad, como es el caso de los hijos de los hijos, es decir, los nietos, o a la inversa, o sea los abuelos. Y así cualquier combinación de línea de sangre. De donde no solo se obtiene una serie de patrones que pasan de forma generacional a través de la genética, sino la transferencia de valores, enseñanzas y otras muchas cosas más. El hecho de que existan fallas en los papás para con el cuidado de los hijos demuestra únicamente eso. Falla en casos específicos. Pero eso no quiere decir que esta descripción enmarcada por la siempre sabia naturaleza sea errónea. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la idea de familia está fuertemente arraigada en nuestro país con el 94.6 por ciento de la población de todo México que forma parte de un hogar. Algunos dirán ¿que acaso no puede existir por ejemplo, los tíos que se hacen cargo de los hijos. O los abuelos, u otros?, en efecto sí es posible y existe, pero naturalmente se convierte en una forma alterna de compensación de una base ya descrita. Nadie puede negar que todos sin excepción hemos nacido de un padre y una madre. Lo demás es compensación e incluso en algunos casos esta compensación podría ser mejor que papá y mamá cuando estos por alguna razón fracasan en su prioridad que es ser buenos padres. Pero hablamos de casos específicos, que por ninguna razón se refieren a la generalidad. México sigue siendo un país apegado y arraigado a esta que es la única forma real de familia. Aún aunque a un hijo de vecino se le ocurra inventar que sus mascotas en casa pueden ser ahora la familia para sus hijos de sangre y aún aunque la ley quiera reconocerlo así. Fuera de esa procedencia de hombre y mujer, no hay otra. No existe.
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