Mérida, Yucatán, junio de 2025.– Ante la alarmante disminución de cardenales, chichimbacales y azulejos en Yucatán, un grupo de observadores de aves, ambientalistas, científicos y ciudadanos, encabezados por el abogado Jorge Mauricio Jiménez Vázquez, el Proyecto Santa María y el Colectivo Amazilias, inició una campaña de recolección de firmas para solicitar la implementación de vedas temporales que protejan a estas especies.
Según el colectivo, estas aves –todas con canto distintivo y belleza llamativa– están siendo capturadas sin control por “tramperos” para su venta ilegal, especialmente en mercados de Mérida. La actividad se realiza sin autorización de las autoridades ambientales, poniendo en riesgo la viabilidad de sus poblaciones.
El documento, dirigido a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), advierte que la captura indiscriminada y la pérdida de hábitat podrían llevar a la extinción a las siguientes especies:
- Cardenal (Cardinalis cardinalis) – chak ts’iits’ib
- Jilguerito dominico (Spinus psaltria) – chichimbakal
- Eufonia garganta negra (Euphonia affinis) – box kaal chichimbakal
- Azulejo rey (Cyanocompsa parellina) – éek’ yi’ijil
- Azulejo índigo (Passerina cyanea) – ch’oj yi’ijil
- Azulejo chino (Passerina caerulea) – piim kooj yi’ijil
El grupo ambientalista destaca que dos de estas especies –el azulejo índigo y el azulejo chino– son aves migratorias provenientes de Estados Unidos, y su protección forma parte de compromisos internacionales asumidos por México.
La propuesta busca establecer una veda temporal como medida precautoria que permita evaluar el impacto de la captura y ofrecer un respiro a las poblaciones. Además, se prevé que esta acción contribuya a fortalecer la educación ambiental y el cumplimiento de la ley.
La campaña de firmas ya comenzó a circular entre diversos sectores de la sociedad y se organizarán brigadas en centros comerciales, escuelas y espacios públicos para invitar a más ciudadanos a sumarse a esta causa.
“Queremos que las futuras generaciones sigan escuchando el canto de estas aves en nuestros montes y ciudades”, señalaron integrantes del colectivo.
