Por: Juan Eduardo Labrador
En un país donde la educación suele ser un camino largo y arduo, es refrescante ver historias de éxito como la de la diputada local de Morena, Neyda Aracely Pat Dzul, cuyo fulgurante ascenso académico es digno de un estudio de caso… o de un récord Guinness.
De la Universidad Pedagógica Nacional en 2007 a la Universidad José Martí de Latinoamérica en 2023, pasando por Humanitas en 2024 y Unisur Internacional en 2025, su trayectoria educativa es una verdadera proeza de la multitarea. Mientras los mortales comunes invierten años en cada grado académico, la diputada ha demostrado que la educación puede ser un sprint y no un maratón.
Su capacidad para obtener títulos en cascada es realmente inspiradora. En 2023 una maestría, en 2024 una licenciatura en Derecho, y en 2025, ¡nada menos que un doctorado en Derechos Humanos! ¿Quién necesita seguir el camino tradicional cuando hay instituciones que comprenden la urgencia de la vida pública?
Sin duda, esta impresionante progresión nos deja una pregunta en el aire: ¿Será que la diputada ha encontrado el secreto para absorber conocimiento a una velocidad sobrehumana, o simplemente tiene acceso a atajos académicos que el resto de la sociedad desconoce?
Sea como sea, su caso es una inspiración para aquellos que todavía creen que el conocimiento se mide en años de estudio y no en la capacidad de reunir diplomas en tiempo récord. Desde aquí, nuestro más sarcástico reconocimiento a este meteórico ascenso académico. ¡A seguir cosechando éxitos y títulos, diputada!