Estados Unidos confisca petrolero frente a Venezuela y escala tensión con Caracas

La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a elevarse ayer, miércoles luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la incautación de un petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que revive la confrontación política y económica entre ambos países.

Durante una mesa redonda con empresarios en la Casa Blanca, Trump afirmó que se trató de una operación de gran magnitud.

“Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande, el más grande jamás incautado, en realidad”, declaró el mandatario al inicio del encuentro.

La noticia fue adelantada inicialmente por la agencia Bloomberg, que citando a fuentes cercanas, reportó la confiscación de un petrolero sancionado por Estados Unidos. Minutos después, medios como The New York Times confirmaron que la embarcación, de nombre Skipper, navegaba con una falsa bandera y fue interceptada por orden de un juez estadounidense.

De acuerdo con el diario estadounidense, la incautación no estuvo vinculada directamente con el Gobierno de Nicolás Maduro. El barco estaba relacionado con operaciones previas de contrabando de petróleo iraní —actividad sancionada por Washington—, aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano.

El hecho se suma a una serie de acciones más amplias emprendidas por la administración Trump contra el gobierno de Maduro, a quien acusa de encabezar redes internacionales de narcotráfico y operar mediante el llamado Cartel de los Soles, señalamiento que Caracas ha rechazado de manera reiterada.

La confiscación del Skipper podría agravar aún más las relaciones bilaterales, en un contexto marcado por sanciones, acusaciones mutuas y una prolongada crisis política interna en Venezuela. Hasta el momento, las autoridades venezolanas no han emitido un pronunciamiento oficial sobre la incautación.

Expertos internacionales anticipan que este incidente podría desencadenar nuevas medidas diplomáticas y económicas, mientras aumenta la presión sobre el gobierno de Maduro y se intensifican las fricciones entre Washington y Caracas.

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