Desarrollan dos nuevas variedades de Chile Habanero en Yucatán para fortalecer la producción agrícola

Mérida, Yucatán.- El Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C. (CICY) ha anunciado el desarrollo de dos nuevas variedades de semillas de chile habanero, denominadas Mayan K’iin® y Mayan Chac®, con el objetivo de fortalecer la cadena productiva del chile habanero en la región. Estas nuevas variedades buscan ofrecer a los productores frutos de alta calidad de manera continua, lo que generará beneficios económicos y sociales para las familias y comunidades agrícolas de Yucatán. La Dra. Nancy Santana Buzzy, investigadora de la Unidad de Biología Integrativa del CICY y líder de este proyecto, explicó que las nuevas variedades ofrecen ventajas competitivas frente a las opciones disponibles actualmente en el mercado. Entre estas ventajas se incluyen una mayor tolerancia a plagas y enfermedades, mejor rendimiento en campo y mejoras en el sabor, olor y pungencia del fruto. Además, las variedades Mayan K’iin® y Mayan Chac® ya están registradas ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), y la variedad Mayan K’iin® tiene título de obtentor. Estas innovaciones ayudan a resolver varios desafíos que enfrentan los productores de chile habanero, tales como el acceso limitado a semillas de calidad, la variabilidad en las cosechas y la falta de estrategias para garantizar una comercialización constante. También responden a las crecientes demandas del mercado por chiles habaneros que mantengan las características tradicionales de aroma, sabor y pungencia. Con estas nuevas incorporaciones, el CICY suma un total de cuatro variedades registradas de chile habanero, que incluyen Mayan Ba’alché®, Kisín® (también con título de obtentor), Mayan K’iin® y Mayan Chac®. Esta diversidad de opciones busca cumplir con los más altos estándares de calidad y abrir oportunidades de comercialización tanto a nivel local como internacional. El trabajo realizado por el CICY tiene un impacto positivo en varios ámbitos, promoviendo la mejora de la calidad de vida de los productores mediante prácticas sostenibles e innovadoras, y facilitando el acceso a tecnologías y conocimientos en las comunidades. Además, fomenta el comercio justo, la seguridad alimentaria y fortalece el tejido social mientras se preservan conocimientos tradicionales. Las nuevas variedades fueron probadas exitosamente en campo en colaboración con asociaciones civiles en los municipios de Chemax y Temozón, y con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este esfuerzo colaborativo entre el sector social, gubernamental y científico ha dado resultados tangibles con un impacto positivo tanto social, económico como ambiental en las comunidades involucradas. A través de esta colaboración entre ciencia y agricultura, el CICY contribuye al fortalecimiento del chile habanero como un símbolo de identidad y un motor económico clave para Yucatán.
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