Sin Titubeos
Mérida, Yucatán a 4 de Marzo de 2016
Por: Roberto Ojeda
Estas palabras van dedicadas a todas aquellas personas, jóvenes, adultos, ancianos, hombres, mujeres o quimeras, altos, flacos, chaparros gordos, anexos y conexos, que todos los días van por el mundo con una frase en los labios: “no me gusta la política”.
Así es, para usted que dice que la política es aburrida, que todos los políticos son iguales, corruptos, flojos o ambas, y que nuestro país estaría mejor sin que existieran o que no existiera el PRI, PAN, PAÑAL, PS o cualquier otro. Para usted son estas palabras.
Primero déjeme le cuento cuando dejará de existir la política: NUNCA. Así es, no espere milagros y tampoco espere que los políticos desaparezcan de la faz de la tierra porque no sucederá, y eso se debe a que el ser humano todos los días realiza acciones políticas, solo que los efectos de estas acciones varían dependiendo de la cantidad de gente a la cual impacten.
Un esposo que busca negociar con su mujer si irán al fútbol en lugar de ir al cine, está ejerciendo una acción política, solo que esta afecta únicamente a su relación, a diferencia de un iniciativa de ley promovida en el poder legislativo de cualquier estado, para eliminar los servicios de seguridad social en el país, la cual afecta a todos los habitantes de esa entidad.
Por lo tanto el poner como pretexto que no nos gusta la política solo para desentendernos de las cosas que ocurren a nuestro alrededor, va en contra de lo que somos como integrantes de una sociedad y no solo eso, sino que, por trillado que se lea, dejamos que otras personas decidan nuestro destino, y no siempre las mejores personas.
Si sube el precio de la canasta básica es resultado de acciones políticas y económicas en varias oportunidades, lo mismo el caso de la luz, el incremento de la inseguridad, el aumento en los impuestos o el bajo nivel de aprendizaje de nuestros niños, todo es resultado de políticas públicas erróneas, tomadas por personas incapaces o corruptas.
Parece que en los últimos años se ha buscado por todos los medios posibles satanizar el término política y políticos, quizás buscando a propósito el desinterés de la sociedad o el rechazo de los jóvenes a participar en los destinos del país. Sea una cosa o la otra, esta funcionando bien.
O porque no pensar en una teoría un poco más loca, quizás debamos pensar que todo esto busca la desaparición de la política como la conocemos y prepararnos para los candidatos ciudadanos, esos que dicen que no son “políticos”, y que vienen a vendernos la idea de un mundo mejor y diferente, ya que no son como esos bandidos que han saqueado el dinero público durante años.
En las pasadas elecciones vimos como múltiples candidatos a cargos de elección popular buscaban de manera insistente meter en la cabeza del electorado la idea de que ellos no eran políticos, sino simples ciudadanos con el deseo de hacer algo por el país a través de la política, todo esto para utilizar a su favor la repulsión que los mexicanos tienen al escuchar esa palabra.
Lo curioso es que nuestros actuales diputados, gobernadores y alcaldes, también son ciudadanos, que también hacen algo a través de la política. Houston, al parecer tenemos un problema de semántica.
Por último les dejaré un consejo, cuando una persona les pida su voto y les diga que ellos no sin políticos, sepa de antemano, que ya le mintió al menos una vez.
Posdata: Se que el escrito abusa del término “política”, y que esto puede hacer pesada la lectura. No se apure, fue a propósito, ya que la política está en todos lados…


