Por: Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana
Feliz y agradecida con Dios y con el comité organizador, por la invitación a compartir mi historia de vida y éxitos a pesar de las crisis, en pro de muchas mujeres, en el encuentro internacional de mujeres líderes resilientes. Con amigas de Colombia, Alemania, República Dominicana, y múltiples países más, participé representando a nuestro bello México, generando nuevas y valiosas amistades, a quienes tendré el gusto y honor de brindar coaching a la distancia. He aquí una parte de mi testimonio, y el mensaje es: si yo pude, tú también puedes, pero no sola, con la ayuda de Dios…
Video alusivo: https://youtu.be/K8BQLzlfEWg
La postura es simple y genial: si tú hablas primero de ello y abiertamente, ya no tiene más poder sobre ti.
El mejor consejo en lo espiritual:
1.- Reconocer que, sin Dios, no podemos lograrlo. Sin la FE en Jesús, sin la conciencia y vivencia de la gracia y misericordia, sin el amor incondicional de Dios, su perdón por nuestros errores, el concepto de hacernos nuevas criaturas, y sin la experiencia de ser fortalecido de forma sobrenatural por el Espíritu Santo y la palabra de Dios cada mañana, no podríamos salir adelante. Simplemente, luchar con “nuestras propias fuerzas sería imposible”, nos cansaríamos y buscaríamos falsas opciones o filosofías que nos alejarían del camino verdadero a la salvación.
Una serie de consejos en lo psicológico:
1.- Reconocer las crisis enfrentadas, sin miedo, con veracidad, objetividad y detalles. Si no tienes temor, dejan de tener poder.
Crisis enfrentadas (Escribe las tuyas en una libreta, vaciar tu interior ayuda…):
A) 36 crisis de mi papá, producto del trastorno bipolar que tiene como diagnóstico, lo cual requirió sus ingresos al hospital, y destruyó mi área de socialización “normal” desde niña, pues iba a mis escuelas y centros donde socializaba, y muchos me hacían bullying por ello.
B) Depresión producto de las vivencias negativas en esa área.
C) Elección negativa de parejas sentimentales (antes de ser cristiana), siendo el último, un violentador (psicópata narcicista), que me privó de mi libertad en la casa que rentaba en Buenavista donde tenía mi negocio, muy exitoso, por cierto, grabó un video violentándome donde me dejó en el piso, unas amistades junto con los policías fueron a rescatarme al yo enviar un mensaje pidiendo auxilio, lo denuncié, pero como “no me acuchilló, tiró ácido o mató”, no fue grave.
D) Tras esa denuncia, y concordando con una invitación a ser candidata a Diputada Local, me empezaron a hacer violencia política, de género, con amenazas de muerte incluidas, hacia mí y mi familia, a través de las redes sociales y dejando cartas en mi domicilio. También lo denuncié, y como yo, lo hicieron otras más, que también pasaron por algo similar. Ambas situaciones quedaron impunes, pues “no eran delitos graves” en esa época.
E) En el 2016, un pseudo-periodista empezó a violentar a mi papá, pues su mamá se enamoró de él dentro del hospital psiquiátrico y no lo dejaba de perseguir. Su hijo se enfureció, y me contactó para amenazar y violentarme a mí, mi papá y mi mamá. Mi mamá y yo, éramos quienes menos teníamos que ver en los amoríos de la mamá del periodista. Su hijo, no lo entendió así, y creyó que nosotros “controlábamos la conducta de un adulto”, e injustificadamente nos atacó. ¿Qué hice? Lo denuncié. La sorpresa fue que después de mi denuncia por violencia, amenazas y acoso injustificado, pues lo que hiciera o no hiciera mi papá en sus crisis era responsabilidad de él y no de nosotras (víctimas de ello en todo caso), le realizaron múltiples denuncias más por exactamente lo mismo: violencia, amenazas y acoso. Él era ateo, homosexual no respetuoso con el cristianismo (cristianofóbico), y se burlaba de Dios, blasfemando públicamente. Resultado: terminó solo y suicidándose. Según tenía diagnóstico de “Asperger”, pero ahora que me he especializado más en el tema, veo que era más un psicópata encubierto que un Asperger, pues ellos son como niños, de corazón noble, y no gente violenta, sádica y burlona. De hecho, no entienden de ironía y el sujeto, la utilizaba y muy bien, pero sólo para dañar. Diagnóstico equivocado. Él sabía lo que hacía, y trágico fue su final.
F) Envidias, críticas injustificadas, difamación, daño a la moral, habladurías hechas con dolo, por parte de compañeros de la Maestría (no todos, pero si muchos, contaminados por unos cuantos), así como ciertos sectores de gente negativa y tóxica quienes ni siquiera me conocen de verdad, y por su falta de ética los he señalado en alguna ocasión, o bien, por su hipocresía, máscaras, lucro con causas sociales, falta de amor por Dios, etc. Lo cual no les ha gustado, y qué bueno, pues de eso se trata, de que los tóxicos solitos desaparezcan de tu mapa, siendo producto del “Malamén”, es decir, la respuesta divina a la oración: “Líbrame del mal, amén” 🙂
Recursos desarrollados y forma de vencer la situación (resiliencia)
A) Crisis de mi papá:
Acciones positivas: desarrollé mucha resiliencia, difícilmente me quiebra alguna situación de forma permanente, pese a ser sensible, siempre me levanto y más fuerte. Estudié psicología para entender a mi papá, fui de las mejores, obtuve premios con primeros lugares a nivel nacional en materia, y sigo con un corazón alegre, de niña. Desde pequeña me detectaron superdotación intelectual, aunado a una mayor sensibilidad emocional que el promedio, lo cual caracteriza a grandes creativos y autores de la historia. Por las crisis de mi papá, no me dediqué a desarrollar mi potencial a su máximo nivel, pero ahora que está estable, tengo más tiempo para concentrarme. Sin embargo, mis prioridades cambiaron, y ahora son Dios, mi bienestar integral y el de mi familia. Lo académico y profesional, si bien lo disfruto y se me facilita, está en un segundo plano, pero me sigue apasionando. Esa es una constante en mi vida: el aprendizaje y la enseñanza. Así que: ¿ciclotimia, discapacidad psico-social en tu familia? Se puede vencer, pregúntame cómo 😉 🙂
B) Depresión producto de las vivencias negativas en esa área.
Acciones positivas: mi mamá buscó ayuda profesional para mi desde pequeña, pues pese a ser muy inteligente, no era muy sociable, de hecho, casi nada, de manera natural. Mis amigos eran los libros, el ajedrez y los adultos. Era una pequeña niña adulta que trataba de entender el mundo, hablaba de forma rebuscada para su edad, y sostenía pláticas de elevado nivel con personas mayores. Me quisieron adelantar varios grados escolares pues pertenecí al programa CAS, ahora AS (Aptitudes sobresalientes), pero por cuestiones de “socialización” le sugirieron a mi mamá que no lo haga, y sólo me adelantó un año para “concordar más o menos con mi edad en lo social”. No sirvió de mucho, seguí socializando más con adultos jejeje. Otro punto es que también me daba gastritis y colitis, con ingresos múltiples al CMA desde niña, cuando tenía que hablar en mi salón de clases o frente a muchas personas, prefería escribir (y hasta la fecha…aunque usted no lo crea). Sin embargo, a través de la práctica por años, de estrategias de socialización, comunicación y manejo de la ansiedad social, con psicólogos clínicos y escolares, fui entendiendo un poco más el mundo de los humanos neurotípicos como les llamaré, y heme aquí, muchos años después, con múltiples grupos de amigos y amigas, considerada como líder social, presidenta de una asociación civil, docente y conferencista, por lo tanto, te digo: sí se puede. Así que: ¿tienes miedo o pena de socializar, no entiendes a los demás o sientes que no te entienden, te cuesta trabajo hablar en público? Acuérdate siempre de esto: lo que tú tienes para decir es valioso, importa, puede marcar la diferencia. Nadie le “cae bien a todo el mundo”, luego entonces, no es importante la opinión ajena, sólo la tuya, la de quienes te aman y aprecian, habiéndolo demostrado, y sigue avanzando. Al hablar, concéntrate en tus ideas no en las reacciones de los demás, eso disminuirá la ansiedad. Habla con conocimiento de causa, y con el corazón, eso se nota, y se transmite. Los “neurotípicos” no son tan malos, los neurodiversos, no lo somos tampoco…Podemos aprender los unos de los otros.
C) Elección negativa de parejas sentimentales y vivencia de violencia a cargo de un violentador (psicópata narcicista).
Acciones positivas: decidí no tener ninguna relación de pareja más, hasta que estuviera segura de que era un hombre que amaba a Dios de verdad, a mí y a mis padres. Hasta que fuera mi mejor amigo, y no fuera una cuestión física, de atractivo visual nada más. Le di tiempo al tiempo, y elegí con sabiduría, no por compañía, sino por amor de verdad, cuya base fue una genuina amistad. Mi esposo, fue un regalo de Dios, y llegó a mi vida, sin buscarlo, nos conocimos en una iglesia cristiana, y él también salió de una relación negativa, donde jamás hubo amor, así que nos entendimos muy bien desde el inicio. Mi esposo, al contrario de esa relación negativa del pasado, me ama, cuida, protege, es un campeón cinta negra en artes marciales, y lo usa para mi bien. Me hace sentir amada y segura. Y además me está ensañando para que yo desarrolle esa habilidad por mí misma.
D) Tras esa denuncia, y concordando con una invitación a ser candidata a Diputada Local, me empezaron a hacer violencia política, de género, con amenazas de muerte incluidas, hacia mí y mi familia, a través de las redes sociales y dejando cartas en mi domicilio. También lo denuncié, y como yo, lo hicieron otras más, que también pasaron por algo similar. Ambas situaciones quedaron impunes, pues “no eran delitos graves” en esa época.
Acciones positivas: denuncié e hice pública la situación. Empecé a generar comunicaciones múltiples en redes sociales, para tratar de contrarrestar toda la violencia que se había generado en mi contra, de forma injustificada. Me volví muy buena en el manejo de la comunicación por redes, y generé más de 109,000 lectores que continúan acompañándome desde esa época hasta la fecha.
E) Violencia y acoso a cargo de un pseudo-periodista:
Acciones positivas: denuncié y denunciaré cualquier tipo de violencia o acoso en mi contra, de los que amo, o de otras personas. Decidí empezar a estudiar una segunda licenciatura, esta vez en Derecho, en la UNAM, fui de las mejores al ingresar y llevo un promedio de excelencia. Lo demás, está siendo historia. Mejor por las buenas, de mí no depende. No soy de atacar, pero si lo hacen, me sé defender. Con respeto todo 🙂 … Pero lo más importante, confié en Dios, y pese a que las autoridades tampoco lo consideraron “delito grave” en esa época, pues la legislación cambió en fecha posterior, Dios hizo justicia. Esta, siempre llega. En cuanto al “Asperger”, pensé que lo tenía porque me identificaba con varias características, pero resulta que no, y lo que tengo es, según varios especialistas en materia, superdotación intelectual, con hipersensibilidad emocional heredada (no he tenido 36 crisis graves que requieran ingreso, ni nada parecido), y ha sido por mi FE y por la psico-educación, así como la empatía de muchas personas a mi alrededor que lo han sabido entender, empezando por mi familia, amigos y varios maestros, que he podido con ello. No es fácil, pero ahí la llevo. Así que: sí se puede.
F) Envidias, críticas injustificadas, difamación, daño a la moral, habladurías hechas con dolo, por parte de algunas personas negativas y tóxicas del entorno:
Acciones positivas: gente tóxica y negativa, todos conocemos de ese tipo. La cuestión es qué tanto poder decidimos darles sobre nosotros. Tú no eres lo que otros dicen de ti, sino que eres lo que Dios dice que eres y tú mismo te dices. La realidad depende de lo que tú decidas creer y trabajes en materia para conseguir. Yo puedo creer que soy una “enferma” o que soy una superdotada con un área de mejora, como las que todos tenemos. Lo primero, además de falso y subjetivo, pues enfermedad según la OMS sería algo incapacitante y en mi caso no es así, conduciría a depresión. Lo segundo, me genera de forma más realista un sentido de valor y de autoeficacia que me impulsan a conseguir todas las metas que me propongo en distintas áreas: personal, familiar, y social. No hay mejor venganza que ser feliz y exitosa, disfrutando lo que haces. Eso, le duele al envidioso quien quiere ser como tú, pero no puede y, por ende, critica. ¿Tú acaso te fijas en su mediocre vida? Si la respuesta es no, y él o ella sí en la tuya, tú eres su amo o ama mental. Dime ¿qué se siente ser quien domine el pensamiento ajeno porque no tiene vida propia? No ha de ser cómodo para los dominados… En contraposición, las personas saludables y positivas, nos enfocamos en Dios, nosotros mismos y nuestros seres queridos. No juzgamos las vidas y estilos personales de otros, ni intentamos “cambiarlos”, ni limitar su potencial de ninguna forma. No les ponemos etiquetas, al contrario, se las quitamos, pero si nos violentan, sabemos poner límites y uno de ellos es por supuesto: hacerlo visible. No se trata de “decirlo todo”, pues hay buenas amistades, gente que nos aprecia, siendo recíproco, pero los que actúan para nuestro mal, esos sí, que se cuiden pues no sólo sus propias conciencias los delatarán y Dios hará justicia, sino que un buen ajedrecista sabe ver 7 jugadas posteriores, y dar jaque mate a veces sólo es cuestión de querer hacerlo y no de la posibilidad, pues esta puede existir siempre. Yo prefiero la paz y no la guerra. Si me tratan bien, sé corresponder. Es simple. Además, Dios dice en su palabra: la misericordia vence en el juicio, así que esa respuesta, siempre será preferible, y demostrará mayor grandeza espiritual, interior, la más importante.
Bendecidos para bendecir.