Santa me trajo carbón (y me hice una birria)
La vida tras un balón

Por: Eduardo Herrera

¿Recuerdas cuando te portabas bien durante todo el año con la esperanza de que Santa Clos te trajera el regalo que tanto querías, pero justo por ahí de noviembre-diciembre algo pasaba y te portabas mal y el regalo se iba al caño?

Pues así le pasó este miércoles a la Juventus en la Champions League. Debe resultar frustante el tener el boleto en las manos durante 90 minutos y que en el 91 te empaten, para luego en tiempos extras que te den la vuelta. Y de la mano de un ex.
Es como si fueras a pedir un trabajo, haces todas las pruebas pertinentes con altas calificaciones y de pronto, en un descuido, llega tu exsubordinado y ¡pum! Se lo dan a él.

Por si no viste el juego, te digo que te perdiste la mejor eliminatoria de octavos de final. Seguramente por estar viendo al Barcelona, que ya tenía todo resuelto ante un Arsenal que no metió ni las manos (bueno, sí, su único gol fue un soberbio bombazo) no viste a dos de los mejores equipos del mundo darse un agarrón de miedo.

No existe clave mágica para el éxito, ni en el deporte ni en la vida. Puedes estar a minutos de un logro trascendente y perderlo sin darte cuenta. Por eso, hay que estar concentrados los 90 o 95 minutos que duran los partidos.

Y eso, suponemos, no le está sucediendo a los Venados de Marcelo Leaño. Una nueva derrota ya prende focos rojos en un equipo que no tiene sabor. Imagina que llegues a tu restaurante favorito y pides papadzules. Ves la tortilla, la salsa de tomate, la pepita. Le falta algo. Sí, eso mismo le falta a los astados.

Sabor, pasión, identidad. No tienen un armador, no tienen un centro delantero natural. No tienen un yucateco que llene las tribunas. Van 10 jornadas y toda la fase de grupos de la Copa y no sabemos a qué se juega. Si Julián Quiñones es el hombre gol, si Ulices Briceño es un extremo, un ala o qué. Si Aldair está para jugar de carrilero o para poner centros a… nadie, porque Mauricio Romero se la pasa lastimado.

Lo increible es que estén a dos puntos del último boleto a la liguilla, por lo que la esperanza no se desvanece. Ojalá se recomponga el camino y se encuentre con esa piedra filosofal que Harry Potter buscaba antes de que Voldemor ataque.

¿A qué te ha dolido decirle adiós? ¿A algo material, a algún familiar, a alguna novia, novio? Pues Chicharito tuvo que decirle adiós pero a la Europa League, la Champions de los pobres. Dos partidos donde el Leverkusen fue dejado en ceros por un Villarreal que aún sin Jonathan dos Santos tiene una media cancha para pelearle al Sevilla, vigente campeón de la competencia, y al Dortmund, mi favorito sentimental y quien más empaque tiene para coronarse.

Para Javier son malas noticias, pues no tendrá vitrina europea para mostrarse. Es algo así como tú, en edad casamentera, no puedas ir a la disco para ver qué cae. Es como que tu mamá solo te deje ir al parque, porque las discos y bares están fuera de tu presupuesto.

Hernández así solo tendrá la liga local para revalorizarse, cosa que con 23 goles ha hecho y muy bien. Pero le falta ese toque de astro europeo para de verdad costar los 25 millones de euros que el Madrid debió pagar por él y al final no lo hizo.

Por último, amigo que me has acompañado por este viaje de letras, y que seguro se está preguntando por qué no he hablado del Clásico, te diré que es porque, como lo predije, no hubo ganador.

El América, ilegítimo triunfador para algunos, salió muy raspado, con una nueva expulsión, el orgullo maltrecho porque se jugó mal. Chivas, con una derrota que los pone más cerca del fondo de la tabla que de la zona de liguilla y que a pesar de que era el primer partido donde jugaban como Maty quería, no les alcanzó. Eso solo deja en evidencia que son un equipo pobre, malo, sin futuro y que urge reestructurar.

Refuerzo esto diciéndote que odio a las Chivas, más que a cualquier equipo en el mundo, pero reconozco que en mi niñez eran un equipo plagado de figuras, con referentes del futbol mexicano, que veías sus alineaciones y conocías a cada uno de sus jugadores.

El domingo, sin embargo, conocía a dos o tres de sus jugadores. Y a uno de ellos, el portero Rodolfo Cota, porque es uno de mis favoritos desde
Pachuca. Y eso muestra que son un equipo trespesiano.

Los cremas, por su lado, en su centenario se dan el lujo de hacer solo 4 disparos a puerta y meter dos. Y uno en un contragolpe que Micky Arroyo dejó ir porque pensó que le habían marcado fuera de lugar.

Amigo, te invito a que me sigas cada semana en Noticias Mérida, donde vertiré cual vómito de fiesta de XV años mi poca experiencia en el deporte y el cine (a veces juntos, a veces revueltos). Nos vemos pronto, mientras puedese seguirme en twitter en deprimeramid y en facebook, tal como me llamo.

Mientras, vive la vida tras un balón.

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