Crónica de una sociedad dividida

Círculo Rojo
Por: Iván Duarte
Si queremos hacer un análisis de lo que hoy reina en nuestra sociedad mexicana, es sin lugar a duda y donde todos estaríamos de acuerdo, en la división que impera en nuestra sociedad. Un país fragmentado y lleno de miles de intereses diferentes, unos de los otros.
El pasado 05 de mayo, día en el que se celebra paradójicamente el triunfo de un Ejército Mexicano, contra el Ejército más poderoso de su tiempo, el de Francia. Se realizó una marcha contra el Presidente de la República.
Mientras algunos celebraban el gran acontecimiento que contribuye a la unidad nacional. Por otra parte se organizaba la más clara muestra de una sociedad convulsionada. Y no es otra la convulsión que la que el mismo Presidente le ha generado. Divide et vinces; Divide y vencerás.
11 de la mañana. Las redes sociales cumplieron su función. Lograron el cometido de convocar a ciudadanos con un objetivo específico. Pedir la renuncia de Andrés Manuel López Obrador, el alto a su política populista, y su evidente camino o plan político en dirección a la izquierda, socialismo moderno, antes llamado comunismo.
La prensa, en su mayoría opositora. La bautizaron “marcha fifí”. La descalificaron de entrada. “unos 20 changos irán”. El emblemático Monumento a la Patria tiñó su frente de blanco. No eran tantos como para hablar de un mar. Pero tampoco eran solo “20 changos”.
No más mentiras. ¡No a la dictadura!, ¡AMLO ya no mientas!, ¡Así no AMLO!, entre otros calificativos acompañaron pancartas y fueron replicados con consignas y gritos.
No hubo un líder. Comentarios de gente que aseguraban que otros, no podía asistir por compromisos, o por temor a que no haya una buena respuesta.
Los inconformes se alistan para salir sin un rumbo definido. Casi es mediodía y las temperaturas son elevadas de casi 39 grados. Al final acuerdan caminar sobre Paseo de Montejo. En dirección hacia el Remate, desde donde la figura de Francisco de Montejo (El Mozo) observa en dirección norte.
“Súmense, súmense”, otra consigna. Un “gentil” hombre les reclama mientras maneja su bicicleta, con el dedo medio extendido. Otros en el carril de circulación de norte a sur, suenan “el claxon” de sus vehículos en señal (estos sí) de apoyo.
Otra mujer, en una vagoneta blanca, (fifí por cierto), saca la mano por la ventana mientras conduce, y de nuevo aparece el dedo medio de la mano izquierda.
Suenan otra vez los claxon’s, en apoyo a la movilización por otra parte. La marcha llega a la sorbetería Colón, en donde estratégicamente el alcalde de la ciudad Renán Barrera Concha, había elegido una mesa detrás de una columna para pasar desapercibido.
Algunos reporteros lo reconocen, y éste a su vez les saluda a distancia. La marcha pasa por ese tramo, y él prefiere no mostrarse ni saludar.
Nunca como ese día, se había visto a Mexicanos contra Mexicanos. Las redes sociales crucifican el movimiento, lo “pobretean”. Un reportero originario de Venezuela comenta. Nosotros tardamos dos años, para realizar una manifestación contra Chávez. Aquí ha sido más rápido.
Y sigue. Pero ese discurso de enfrentar a las clases. Aquí los llaman “fifís”, y en efecto, parecen fifís. Funciona. Es la misma estrategia que usaron ahí….