Un ambiente de tensión y preocupación se generó este lunes en torno al reconocido negocio yucateco “Tamales Doña Juanita”, tras una denuncia pública realizada por familiares y vecinos del fundador, Juan Chávez Nava Peralta, quienes acusan a su bisnieto Alan Chávez Nava de intentar despojar ilegalmente a la familia de la empresa.
De acuerdo con los hijos del señor Chávez, el joven habría aprovechado el delicado estado de salud del empresario —quien permanece en su lecho de muerte e inconsciente, según relatan— para obtener una firma que le otorgaría poderes de administración y propiedad sobre el negocio, incluyendo los carros de venta y otros activos.
Incidente en la central de venta
La tensión escaló la mañana de este lunes cuando, según los testimonios, Alan Chávez Nava se presentó en la sucursal principal de “Tamales Doña Juanita”, ubicada en la calle 42 Sur, presuntamente acompañado por elementos de la Policía Estatal. Allí habría exigido a la encargada del local la entrega inmediata de dinero en caja y demás haberes, argumentando ser el nuevo propietario aun cuando el fundador continúa con vida.
Este hecho desató la indignación de parientes y vecinos, quienes consideraron el acto como un intento de hostigamiento. Asimismo, pidieron a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) no intervenir en conflictos de carácter familiar o particular, ante la preocupación de que agentes estatales puedan ser utilizados para presionar o intimidar en disputas privadas.
Denuncia por abuso de confianza
Los familiares del señor Juan Chávez informaron que ya existe un proceso legal por presunto abuso de confianza, el cual se encuentra en curso. Señalaron que buscan proteger el legado construido por décadas y evitar que el conflicto escale mientras el fundador se encuentra en condición crítica de salud.
Hasta el momento, no se ha dado a conocer ninguna postura oficial por parte de Alan Chávez Nava ni de la SSP sobre los hechos señalados.
Un negocio con historia
“Tamales Doña Juanita” es una de las marcas tradicionales de antojitos en la zona sur de Mérida, reconocida por su larga trayectoria y por formar parte del tejido económico y cultural del rumbo. La comunidad espera que el conflicto se resuelva legalmente y sin afectar el funcionamiento del establecimiento.