Dos efectivos de la Guardia Nacional de Virginia Occidental murieron este martes luego de recibir disparos en un incidente registrado a escasa distancia de la Casa Blanca, informó el gobernador Patrick Morrisey, quien confirmó la noticia con un mensaje de profundo pesar dirigido a la ciudadanía.
“Con gran pesar, confirmamos el fallecimiento de los dos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental que recibieron disparos en Washington, D.C., a causa de sus heridas”, declaró Morrisey, subrayando que ambos “perdieron la vida al servicio de su país”. El gobernador añadió que el estado “nunca olvidará su sacrificio” y que se exigirá rendición de cuentas por lo que calificó como un “horrible acto”.
El tiroteo, confirmado previamente por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, movilizó a múltiples corporaciones de seguridad. En redes sociales, Noem pidió a la ciudadanía unirse en oración por las víctimas. Paralelamente, el expresidente Donald Trump afirmó que el agresor —actualmente en estado crítico— “pagará un precio muy alto”, independientemente de su evolución médica.
La Policía Metropolitana de Washington informó que el ataque ocurrió a corta distancia de la Casa Blanca y que el presunto responsable ya se encuentra detenido. La zona fue acordonada y recibió una fuerte presencia de agentes del Servicio Secreto, la ATF y la policía local, quienes aseguraron el perímetro y recabaron evidencia.
Desde la oficina de la alcaldesa Muriel Bowser se indicó que la administración local monitorea de forma continua el desarrollo de la situación. Bowser, quien había participado más temprano en un evento del Día de Acción de Gracias, fue informada de inmediato sobre el operativo.
En el Congreso, el líder demócrata Chuck Schumer expresó sus condolencias y solidaridad con las familias de los guardias caídos. Agradeció además la rápida acción de los cuerpos de emergencia, destacando que su intervención permitió la captura del sospechoso en un tiempo reducido.