Mérida, Yucatán, mayo de 2025 — En lo que alguna vez fue una tapicería tradicional atendida por la familia Briceño, y que surtía a los antiguos cines de Plaza Dorada, hoy emerge un nuevo espacio que combina diseño, cultura y hospitalidad: Casa Amate 62, un hotel boutique que abrirá sus puertas en los próximos días en la calle 62 del Centro Histórico de Mérida.
A solo unos pasos del emblemático bar La Negrita, este proyecto forma parte de la iniciativa de recuperación de casonas antiguas liderada por jóvenes empresarios yucatecos, entre ellos Eduardo Triay y Raúl Sánchez, de Grupo Libera, quienes ya han tenido éxito con Amate 61, un alojamiento que revolucionó la oferta turística con habitaciones compartidas y experiencias comunitarias.
Ahora, con Amate 62, el concepto evoluciona hacia una propuesta más amplia y sofisticada. Aunque mantiene opciones de hospedaje compartido, el enfoque principal está en suites privadas tipo master, dirigidas tanto a turistas como a grupos de inversionistas y nómadas digitales. La oferta incluye espacios de coworking, un foro cultural con cine al aire libre, terraza para yoga, y dos piscinas —una lineal entre habitaciones y otra elevada, junto a un bar y un café.
Además, Central Tamea, una sección del complejo abierta al público general, albergará locales comerciales enfocados en arte, diseño y gastronomía. Entre ellos, se tiene prevista la apertura de una panadería artesanal y un restaurante de hamburguesas con acceso directo desde la calle.
Carolina Escalante, directora de hospitalidad de Grupo Black Swan, anunció que los días 7 y 8 de junio se celebrará un evento de inauguración en colaboración con la Asociación Mujeres Empresarias de Yucatán, que marcará el arranque formal de las actividades en este nuevo recinto.
Casa Amate 62 también se abre a los meridanos. A través del “pass day”, los residentes locales podrán disfrutar de las instalaciones del hotel por 350 pesos, con la ventaja de obtener un reembolso del 50% en consumo de alimentos.
Con su fusión de historia, diseño y hospitalidad contemporánea, Casa Amate 62 no solo ofrece alojamiento, sino una experiencia viva del Centro Histórico, apostando por una Mérida que conserva sus raíces mientras mira hacia el futuro.
