Un nuevo proyecto gastronómico fusiona lo mejor de las dos penínsulas de México con la colaboración entre los chefs de Micaela Mar y Leña en Yucatán y Latitud 32 en Baja California. Este menú innovador, titulado Baja-Yucatán, ha sido reconocido por la Guía Michelin 2024, destacando lo mejor de las tradiciones culinarias de ambas regiones.
El menú fue creado en una colaboración única entre los chefs y sommeliers de Micaela Mar y Leña, un restaurante destacado de Mérida, y sus pares en Latitud 32, ubicado en el corazón del Valle de Guadalupe, Baja California. La colaboración también celebra el 11º aniversario de la vinícola El Cielo, una de las más importantes en el mundo del enoturismo de México.
El resultado de esta alianza es una fusión de sabores que combina los ingredientes locales de Yucatán con los vinos excepcionales de la península de Baja California. Cada platillo fusiona técnicas culinarias tradicionales y modernas, creando experiencias gastronómicas memorables para los comensales. Este menú especial se ofrece en el restaurante Latitud 32, ubicado en el reconocido proyecto enoturístico El Cielo en el Valle de Guadalupe.
El equipo de Micaela Mar y Leña, encabezado por el Chef Elías Vidal Murillo y el sommelier Alberto Nacif, trabajó junto al equipo de Latitud 32, liderado por el Chef Francisco Fernández y la embajadora de la vinícola Georgina Estrada. Además, los chefs de Yucatán diseñaron una propuesta innovadora de coctelería para complementar la experiencia.
Alberto Nacif, sommelier de Micaela Mar y Leña, comentó sobre la importancia de esta colaboración: “Ya estamos en el radar de los comensales más exigentes, y esta alianza nos permite seguir marcando tendencias, mostrando nuestra creatividad e innovación. Aunque Yucatán no tiene viñedos, estas colaboraciones nos permiten integrar lo mejor del mundo del vino a nuestra región y enriquecer nuestra oferta gastronómica.”
El menú Baja-Yucatán no solo resalta los sabores yucatecos, sino también los frescos mariscos del Pacífico y los ingredientes endémicos de la península de Yucatán, creando un maridaje único con los vinos premiados de Baja California. Esta colaboración también promueve el enoturismo, eleva la cultura del vino en México y ofrece una experiencia culinaria que celebra la diversidad de las tradiciones gastronómicas del país.
Este proyecto marca un paso importante en la unión de dos mundos culinarios, llevando los sabores de Yucatán a nuevas alturas y fortaleciendo los lazos gastronómicos entre las dos penínsulas.
