Los medios hablarán, como mucho, de casos puntuales y no de una industria depravada, tal y como se habla, aún hoy, de una Iglesia Católica pedófila. Esta lista a vuelapluma, confeccionada por el diario español ABC, muestra que la utilización de niños como juguetes sexuales viene de lejos en la meca del cine.
Cuántos dramas candidatos al Oscar podrían salir de ese memorial de abusadores y víctimas que se remonta a los tiempos del cine mudo –y ciego ante la brutalidad escondida detrás de los decorados. Qué ocasión para la catarsis, la vergüenza y el arrepentimiento en público, ingredientes perfectos para llenar horas y horas de tele realidad.
No sucederá. En vez de eso, Dylan, la hija de Mia Farrow seguirá siendo la loca de la casa por denunciar cómo la manoseaba Woody Allen, mientras el genio de Blue Jasmine sigue recibiendo homenajes en Cannes.
Roman Polanski seguirá siendo el artista víctima de una cacería reaccionaria y vengativa, no el violador impune de una niña de 13 años en 1977. Hagan lo que hagan, el mundo los seguirá adorando. Además, en Hollywood nadie lleva alzacuellos. Están en el lado correcto de la historia, publica Actuall.
Con información de ABC, El Mundo, Libertad Digital, El Diario y Actuall
El actor Elijah Wood denuncia pederastía en Hollywood
Con el título “En Hollywood no hay pederastas, sino artistas”, la agencia internacional de noticias “Actuall” informó que el actor Elijah Wood ha rasgado el velo de Hollywood sobre los abusos sexuales a niños, una práctica organizada y habitual, dijo el intérprete de Frodo Bolson en la trilogía del Señor de los Anillos, de Peter Jackson.
Las fiestas sexuales de celebridades y ejecutivos de la industria, a las que asisten niños y niñas, las relaciones a cambio de papeles en películas, los casos de violaciones, siguen siendo algo cotidiano y silenciado en el negocio del cine, afirmó el señor Wood, que agradeció haber sido protegido de esos peligros por una madre vigilante y preocupada, más por su integridad física y emocional que por su carrera de actor adolescente.
No esperes que el Globe ponga a su famoso equipo de investigación periodística, Spotlight, a indagar en los pederastas de Hollywood y sus poderosos encubridores, como hizo de manera brillante con los casos de abusos a menores en la Díócesis de Boston, a principios de los años 90 del pasado siglo.
Los medios hablarán, como mucho, de casos puntuales y no de una industria depravada, tal y como se habla, aún hoy, de una Iglesia Católica pedófila. Esta lista a vuelapluma, confeccionada por el diario español ABC, muestra que la utilización de niños como juguetes sexuales viene de lejos en la meca del cine.
Cuántos dramas candidatos al Oscar podrían salir de ese memorial de abusadores y víctimas que se remonta a los tiempos del cine mudo –y ciego ante la brutalidad escondida detrás de los decorados. Qué ocasión para la catarsis, la vergüenza y el arrepentimiento en público, ingredientes perfectos para llenar horas y horas de tele realidad.
No sucederá. En vez de eso, Dylan, la hija de Mia Farrow seguirá siendo la loca de la casa por denunciar cómo la manoseaba Woody Allen, mientras el genio de Blue Jasmine sigue recibiendo homenajes en Cannes.
Roman Polanski seguirá siendo el artista víctima de una cacería reaccionaria y vengativa, no el violador impune de una niña de 13 años en 1977. Hagan lo que hagan, el mundo los seguirá adorando. Además, en Hollywood nadie lleva alzacuellos. Están en el lado correcto de la historia, publica Actuall.
Con información de ABC, El Mundo, Libertad Digital, El Diario y Actuall
Los medios hablarán, como mucho, de casos puntuales y no de una industria depravada, tal y como se habla, aún hoy, de una Iglesia Católica pedófila. Esta lista a vuelapluma, confeccionada por el diario español ABC, muestra que la utilización de niños como juguetes sexuales viene de lejos en la meca del cine.
Cuántos dramas candidatos al Oscar podrían salir de ese memorial de abusadores y víctimas que se remonta a los tiempos del cine mudo –y ciego ante la brutalidad escondida detrás de los decorados. Qué ocasión para la catarsis, la vergüenza y el arrepentimiento en público, ingredientes perfectos para llenar horas y horas de tele realidad.
No sucederá. En vez de eso, Dylan, la hija de Mia Farrow seguirá siendo la loca de la casa por denunciar cómo la manoseaba Woody Allen, mientras el genio de Blue Jasmine sigue recibiendo homenajes en Cannes.
Roman Polanski seguirá siendo el artista víctima de una cacería reaccionaria y vengativa, no el violador impune de una niña de 13 años en 1977. Hagan lo que hagan, el mundo los seguirá adorando. Además, en Hollywood nadie lleva alzacuellos. Están en el lado correcto de la historia, publica Actuall.
Con información de ABC, El Mundo, Libertad Digital, El Diario y Actuall