El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín dejó en claro la importancia que tiene el Paso Deprimido como obra de ingeniería en la ciudad, tras anunciar el Ayuntamiento de Mérida una inversión millonaria para el “rescate” de este distribuidor.
Indispensable para la vialidad, descuidada por las propias administraciones del Partido Acción Nacional y que lo único que requería era; tomar en cuenta a los colegios y profesionales del ramo locales, para hallar la solución al “conflicto” de la inundación y cierre del paso a desnivel.
Tras la declaración de la Comuna meridana sobre los motivos que han causado el conflicto, se encuentra la falta de mantenimiento, a la que el Senador apuntó:
“Dijeron que después de 10 años presenta daños en el cárcamo y en la superficie de rodamiento, no puedo dejar de pensar en estos 10 años quienes han sido los encargados de su mantenimiento y no puedo dejar de pensarlo porque independientemente del mismo sello en estas administraciones, en particular hay una donde la persona ha sido la misma. Reconocer que le falta mantenimiento es una verdadera afirmación importante para lo que esta arteria significa”, dijo.
Ramírez Marín destacó la participación e inclusión de los profesionales locales “me da mucho gusto que se haya confiado en la inteligencia local para buscar una solución definitiva a los problemas que esta obra pudiera tener. Me da mucho gusto que se confíe en la ingeniería yucateca, que se confíe en el consenso que hay que buscar cuando se trata de obras importantes”.
Lo que no entiendo es el porqué no apelamos a la misma inteligencia cuando se trata de obras más adelante sobre esta misma vía de circulación y que también afectan de manera importante. ¿Por qué unas veces si y otras no? Eso merece una explicación, dijo el Senador en un transmisión desde la obra vial.
En todo caso celebro que vayamos encontrando respuestas para los ciudadanos, porque simplemente mantenerlo cerrado no es una respuesta, dijo el Senador, quien consideró que es un paso a un tema de fondo, que es la movilidad.