Una hernia inguinal es una protuberancia en la ingle que se produce cuando un tejido sobresale a partir de un punto débil en los músculos abdominales. Es más común entre los hombres y puede producir dolor al realizar algún esfuerzo, inclinarse o toser, no mejora por sí sola y de no tratarse correctamente puede acarrear complicaciones mortales. Así lo advierte el Dr. Hans Heming, médico especialista en Cirugía General con más de 11 años de experiencia, quien también destaca la importancia del diagnóstico.
Diagnóstico
Debido a la naturaleza del padecimiento, generalmente el médico puede detectar la hernia mediante un examen físico al momento de la consulta. Es detectable de esta forma por ser un bulto en área lateral del pubis que puede causar dolor o incomodidad, especialmente al hacer esfuerzo.
“Durante la consulta, probablemente el médico solicite que te pongas de pie y tosas para poder determinar si se trata de una hernia. En caso de que la hernia no sea evidente a simple vista, posiblemente sea necesario realizar un diagnóstico con otros recursos como un ultrasonido, tomografía o una resonancia magnética.” –puntualizó.
Aunque algunas hernias inguinales no tienen una causa aparente, el especialista -certificado en Cirugía General y Laparoscopía- señaló que otras hernias pueden ocurrir como resultado de:
- Aumento de la presión dentro del abdomen
- Un punto débil preexistente en la pared abdominal
- Esfuerzo al defecar u orinar
- Actividades extenuantes
- Embarazo
- Tos o estornudos crónicos
En muchas personas, la debilidad en la pared abdominal que causa hernia inguinal ocurre al nacer, cuando el recubrimiento del abdomen (peritoneo) no se cierra como debe. Otras hernias inguinales ocurren más tarde en la vida, cuando los músculos se debilitan o se deterioran por la edad, actividad física agotadora o la tos causada por fumar.
En este sentido, el Dr. Heming subrayó que la debilidad también puede presentarse en la pared abdominal más tarde en la vida, especialmente luego de una lesión o una cirugía abdominal.
En los hombres, el punto débil se presenta en el conducto inguinal, donde el cordón espermático entra en el escroto. En las mujeres, el conducto inguinal lleva un ligamento que ayuda a mantener el útero en su lugar y las hernias algunas veces se presentan donde el tejido conectivo del útero se une al tejido que rodea el hueso púbico.
Factores de riesgo
El especialista aclaró que, entre los factores que contribuyen a desarrollar una hernia inguinal, se incluyen:
- Ser de sexo masculino. Los hombres son ocho veces más propensos a desarrollar una hernia inguinal que las mujeres.
- Ser adulto mayor. Los músculos se debilitan a medida que envejeces.
- Ser de raza blanca.
- Antecedentes familiares. Tienes un pariente cercano, como padres o hermanos, que tiene esta afección.
- Tos crónica, como la tos del tabaquismo.
- Constipación crónica. La constipación provoca un esfuerzo durante las evacuaciones intestinales.
- Embarazo. El embarazo puede debilitar los músculos abdominales y causar más presión dentro de tu abdomen.
- Nacimiento prematuro y bajo peso al nacer.
- Una hernia o una reparación de hernia inguinal previa. Incluso si la hernia anterior ocurrió en la niñez, tienes mayor riesgo de desarrollar otra hernia inguinal.
Complicaciones
El experto cirujano, Hans Heming, nos recuerda que entre las complicaciones que pueden presentarse están:
Presión en los tejidos cercanos. La mayoría de las hernias inguinales se agrandan con el tiempo si no son reparadas quirúrgicamente. En los hombres, las hernias grandes se pueden extender hacia el escroto, lo que causa dolor e hinchazón.
Hernia encarcelada. Si los contenidos de la hernia quedan atrapados en un punto débil en la pared abdominal, la hernia puede obstruir el intestino, causando un dolor intenso, náuseas, vómitos y la incapacidad de tener movimiento intestinal o despedir gases.
Estrangulación. Una hernia encarcelada puede cortar el flujo sanguíneo en una parte del intestino. La estrangulación puede producir la muerte de los tejidos intestinales afectados. Una hernia estrangulada es potencialmente mortal y requiere cirugía inmediata.
Tratamiento
Tal y como nos lo explica el Dr. Heming, el único tratamiento efectivo que existe para las hernias es la cirugía. Debido a los riesgos de presentar alguna de las complicaciones ya mencionadas de un momento a otro lo más recomendable es programar el tratamiento quirúrgico al momento de hacer el diagnóstico de la hernia, esto con la finalidad de ofrecer un tratamiento oportuno con una mejor y más rápida recuperación, así como mejor pronóstico después de la cirugía.
Hay dos grandes tipos de operación para la hernia: la reparación abierta y la reparación laparoscópica:
Reparación abierta de hernia
En este procedimiento, que se puede realizar con anestesia regional o anestesia local y sedación, el cirujano realiza una incisión en la ingle y empuja el tejido que sobresale al interior del abdomen. Luego, el cirujano cose el área debilitada y la refuerza con una malla sintética. La abertura se cierra después con puntos, grapas o adhesivo quirúrgico.
Después de la cirugía, se te pedirá que te muevas lo antes posible, pero podrían pasar varias semanas antes de que puedas retomar tus actividades cotidianas.
Laparoscopía
En este procedimiento mínimamente invasivo, que requiere anestesia general, el cirujano opera a través de varias incisiones pequeñas en el abdomen. Se usa gas para inflar el abdomen y hacer que sea más fácil ver los órganos internos.
Un tubo pequeño equipado con una cámara diminuta (laparoscopio) se inserta por una incisión. Guiado por la cámara, el cirujano inserta pequeños instrumentos a través de las otras incisiones para reparar la hernia con una malla artificial.
Para concluir- el Dr. Heming señaló que las personas que tienen una reparación laparoscópica pueden tener menos malestar y cicatrices después de la cirugía y pueden regresar más rápido a sus actividades habituales. Sin embargo, es más probable que la hernia vuelva a ocurrir con la reparación laparoscópica que con una cirugía abierta. Tener un cirujano con mucha experiencia en el procedimiento laparoscópico puede reducir este riesgo.
“La laparoscopia –añadió- permite al cirujano evitar el tejido cicatricial de una reparación anterior de la hernia, por lo que es una buena opción para las personas cuya hernia reaparece después de una cirugía abierta de hernia. También podría ser una buena opción para las personas con hernias en ambos lados del cuerpo (bilateral). Al igual que con la cirugía abierta, es posible que debas esperar algunas semanas antes de volver a realizar las mismas actividades.”-finalizó.
El Dr. Hans Heming es experto certificado en Cirugía General y Laparoscopía con atención y tratamiento de enfermedades del sistema digestivo, con consultorio 232 en el Hospital Eme Red, ubicado en Av. Pérez Ponce #496 x 56 y Paseo de Montejo, de la ciudad de Mérida, Yucatán.
Citas y urgencias al: 9992 18 53 32
Correo: consultas@drhansheming.com