Y la tierra se estremeció
La Crónica en 5 Minutos

Mérida, Yucatán a 25 de marzo de 2016 Por: Iván Duarte ¿De qué forma la Creación habría de ser redimida ante su Creador?, ¿Cómo el género humano podría resarcir su culpa cuando ni siquiera toda la sangre de todas las generaciones habidas y por haber serían suficientes para alcanzar el perdón por la falta de nuestros primeros padres Adán y Eva?. IMG_20160325_105831898_HDR Solo había una forma. Derramar en expiación la sangre del mismo Creador hecho hombre y como ofrenda. No pudo haber mayor acto de unión entre el Creador y la Creatura. Con júbilo la Iglesia Católica celebra el mayor y más excelso sacrificio efectuado por el mismo Todopoderoso. La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. IMG_20160324_195956157_HDR El calendario litúrgico enmarca el mayor de los misterios. El Ser Absoluto, luego de hacerse en forma humana se ofrece en pago de las culpas de toda la humanidad. El brazo ejecutor, la fuerza pretoriana al servicio de un pueblo judío que le rechazó. Le empuja luego de desfigurarle, al monte reservado solo para el escarmiento de los peores criminales de ese tiempo. La Madre siente cientos de puñales que le atraviesan el corazón. Los suyos. Los más cercanos corren los unos despavoridos buscando refugio, negando conocerle. Los otros le acompañan en silencio y absoluta impotencia. El rostro muerde el polvo. La pesada cruz presiona en su sien la corona de espinas que atraviesan las delgadas capas de piel, vertiendo sangre divina en los desérticos y áridos terruños. IMG_20160325_110008516 Nunca la tierra imaginó beber semejante manjar. Bastaba una gota de esa sangre para que el universo entero se regocijara. Los clavos atraviesan huesos, músculo, venas, articulaciones. Despedazan todo. La cruz se erige y la burla es aún más fuerte que las aclamaciones de a penas un domingo anterior.
Los pocos. Un puñado, le lloraban. A diestra sin embargo rogábanle se apiadara de un pecador. De sus labios nunca salió una sola condena. Una sola maldición. De sus labios brotaron las palabras “Perdónalos Padre”. La última gota de sangre rodó el cuerpo deshecho. “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu”. Y la Bestia se retorció en los Abismos. Había sido derrotada. Esa tarde las sombras cubrieron el mundo entero. Los científicos pondrán en duda esa teoría. Eran las tres de la tarde. Y la tierra…se estremeció… Aspectos de viacrucis en diferentes puntos de Mérida.
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